Construyendo momentos - IX
Juntos pero en soledad, "La muerte en común" de Ana Carrasco Conde, "Them", "Perfect days", una Conversación (im)posible y una recomendación.
»Soy Cuca Casado y estás leyendo Mis propias realidades, una newsletter en la que se construyen momentos que tienen su propio ritmo, sabor y devenir«
Juntos, pero en soledad
—Cuestiones en torno a la cara oscura de la soledad—
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En La Gaceta de la Iberosfera me animo a hablar de la soledad que se ha convertido en un problema relevante y emergente:
Es evidente que la soledad se ha convertido en un problema relevante y emergente en la actualidad. Es resultado de los cambios económicos y socioculturales, siendo muchos los determinantes que influyen en su aparición y cronificación. Junto con el incremento de las familias monoparentales y de los hogares unipersonales, cabe destacar los cambios producidos en las dinámicas interpersonales, la generalización de las redes sociales digitales, la emergencia de las relaciones superficiales (conocidas como relaciones líquidas) y las demandas sociales y laborales. Todo ello es la base del incremento producido en las tasas de soledad y del mayor aislamiento.
La muerte en común de Ana Carrasco Conde
—Sobre la dimensión intersubjetiva del morir—
¿Es lo común de la muerte que todos seamos mortales? No es a eso, a una propiedad consustancial y compartida entre los seres vivos, a lo que se refiere el título de este libro. La muerte en común es, por un lado, un intento de pensar en las consecuencias de perder a alguien que te constituye como persona y, por otro, de reflexionar sobre qué sucede en la comunidad cuando esto ocurre. Si, según se dice, quien no sabe afrontar una pérdida recae en un duelo patológico, ¿qué sucede en una sociedad en la que no se sabe hacer duelo? ¿Hay duelos patológicos a nivel comunitario? ¿Qué impacto tiene la pérdida de un miembro de la comunidad en el todo? ¿Es solo una cuestión «privada» que debe resolver cada uno en su casa? ¿Qué impacto pueden tener la desaparición de los rituales compartidos y el acortamiento del tiempo que nos damos para superar esta vivencia? Para responder a estas preguntas este ensayo parte del recorrido que une en el mundo antiguo las nanas infantiles con el canto fúnebre conocido como nenia y analiza el sentido de las consolaciones para poder pensar nuestro propio tiempo y nuestra manera de afrontar la pérdida.
Lo que Ana Carrasco Conde quiere con este libro, como quería Spinoza, es que pensar en la muerte no nos amargue la vida. Es una reivindicación de la dimensión comunitaria de la muerte. Una dimensión olvidada o en trance de serlo, porque hoy asociamos la muerte a la soledad. En palabras de su autora “tenemos claro, en el nivel de la vida, que estamos necesariamente vinculados de forma afectiva a los demás, por vínculos muy fuertes: de hijos, padres, abuelos, amigos… y, si esto es así, ¿por qué de repente estos vínculos han de neutralizarse en el nivel de la muerte?”.
Them, una serie de Little Marvin
—Una antología inspirada en la obra de Jordan Peele—


Dos temporadas conectadas por una escalofriante pieza de horror social. La primera temporada, titulada Covenant, relata el martirio de una familia afroamericana que se muda al vecindario blanco Compton, en el condado de Los Ángeles. ¿Qué le hace interesante? El trasfondo histórico de los barrios idílicos de la suburbia americana y cómo esta esconde un lado tenebroso bajo los colores pastel, sus jardines perfectos y el sol de California. La segunda temporada, titulada The Scare, trata sobre extraños asesinatos en Los Ángeles de los disturbios de los 90; una trama que se moldea como los turbios thrillers criminales de los 90, con muertes grotescas a lo Seven que añaden extrañeza a una atmósfera densa, donde el terror se mueve mejor por donde no se ve.
La serie hace muchas cosas bien: su deliciosa estética y su puesta en escena, que es muy cinematográfica y goza de una fotografía espectacular. Sin embargo, no es tan fácil ser Jordan Peele. Pero eso no le quita mérito y que, a mi juicio, es una gran serie de terror.
Perfect days de Wim Wenders
—Película sobre la rutina, tan placentera como ponerte la canción perfecta mientras conduces—
Un fabuloso retrato de cómo encontrar la paz en los minúsculos actos de la rutina. La belleza de lo cotidiano. Conmovedora.
Wim Wnders logra mostrar algo que no se puede ver. Muestra un proceso de sanación de una herida anímica. El protagonista no es el prototipo de nada, sino un individuo singular que se transforma ante nuestros ojos. La repetición es importante porque muestra que, incluso en un aparente estancamiento, el silencio y la atención plena son actitudes que permiten que tengan lugar los procesos que se dan en la sombra. Son pequeños acontecimientos externos los que lo llevan a la sanación. Pero sin atención no nos daremos cuenta. En definitiva, el director no ha querido reflejar fielmente la realidad japonesa sino señalar una serie de actitudes ante la vida encarnadas en el protagonista. Mostrar que lo pequeño y la ausencia de una gran épica refleja precisamente la intensidad de la vida.
Conversaciones (im)posibles
—Correspondencia con Sergio San Juan—
La naturaleza perdurable de una carta se prestaba a un diálogo reflexivo y, de hecho, algunas de las conversaciones más valiosas de la historia fueron mediadas por el intercambio de cartas.
Conversaciones (im)posibles nace como la posibilidad de dialogar con las razones ajenas para enriquecer las propias. Cartas con las que cuestionar constructivamente los dogmas de las ideologías, el pensamiento hegemónico del momento, la corrección política, las distorsiones de la realidad y cualquier tema de interés, tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto.
Nueva correspondencia con Sergio San Juan en la que, tras leer con calma y cariño, le hablo de la productividad, la atención y la muerte:
Todo esto me lleva constantemente a pensar en dos cuestiones: la muerte y la productividad reglada, formal y socialmente aceptada. Hay tal desconexión con la finitud de la vida que se ve la muerte como un accidente, un imprevisto, un capricho, incluso cuando hay una “sentencia” médica que recuerda que tenemos fecha de caducidad. Esa desconexión con algo tan trascendental como es la muerte creo que se expresa hoy en día con ese apetito voraz por abarcar todo cuanto está a nuestro alcance. Creemos tener todo el tiempo del mundo, para hacer todo cuanto deseemos o se nos antoje, que olvidamos lo esencial de la vida: su finitud, su tiempo. Por otro lado, la máxima de ser productivo, según las normas y convencionalismos establecidos en la actualidad, cala en todas las esferas de la vida. Hasta tal punto que “perder el tiempo” se señala negativamente.
Auto(des)conocimiento de Emi
—Reflexiones sobre cuestiones que nos ayudan a auto(des)conocernos: filosofía, literatura, pensamiento, cultura, tecnología o sociedad—
Las newsletters que suelen llamar mi atención son aquellas que hacen de lo cotidiano un punto de partida para reflexionar sobre las vicisitudes de la vida y , con la suya, invita a repensar la vida, desde diferentes ópticas. A través de sus lecturas nos invita a explorar formas de auto(des)conocerse.
Esta que os comparto, El deseo de marcharse, es de mis favoritas. No sé bien por qué me evoca a Pessoa, alguien a quien acudo siempre que estoy perdida o el desasosiego me aprieta...
Os animo a entrar en su casa y leerle. Tendréis píldoras de sabiduría cotidiana.
Música que me ha acompañado mientras escribía
Y hasta aquí por ahora…
Si te ha gustado házmelo saber.
Deambula libremente, escucha cuidadosamente y consume omnívoramente.
Muchísimas gracias por la recomendación, Cuca. Me gusta mucho saber que hay personas a las que los textos les provocan todo tipo de emociones, les hacen pensar o les agitan un poco; al menos, siempre escribo con esa intención, aunque a veces piense que no hay nadie «al otro lado».
Un abrazo grande.
Este post que has compartido hoy me ha encantado por la diversidad de cosas que has compartido...entre ellas la película, tus cartas, y el Auto(des)conocimiento de Emi, que lo descubrí hace poquitos días y que no tenido el gusto de leer sus post.
Como siempre gracias por tus realidades!!!
Un abrazo