Te abro mi diario personal: cavilaciones y curiosidades que me han acompañado durante la semana. Una dádiva con la que espero que tu día empiece —o acabe— de forma diferente…
Lunes 24 de noviembre de 2025
Es bueno recordar(se) que la felicidad es más un hábito que un objetivo.
Martes 25 de noviembre de 2025
A medida que me he convertido en la mujer que soy, he hecho espacio en mi vida para la claridad y la paz. Con el tiempo, he aprendido algo honesto y sin complicaciones: la forma en que alguien aparece/está suele reflejar cómo se siente.
Estoy en un momento vital en el que no pienso demasiado en las acciones de la gente. Lo que alguien hace a menudo es la forma más clara de hablar acerca de quiénes son y cómo se sienten hacia mí.
No necesito desentrañar cada comportamiento. El verdadero cuidado y el verdadero apoyo se muestran con las acciones.
Estoy eligiendo confiar en lo que veo y dejar que eso me guíe.
Miércoles 26 de noviembre de 2025
Es un descaro vivir sin hacer nada. Todo el talento de un hombre se vuelve estéril si no se pone al servicio del otro, de la comunidad.
Jueves 27 de noviembre de 2025
La película Her, de Spike Jonze, no es solo una historia de amor. Se trata de una indagación filosófica sobre la naturaleza de la conciencia, la soledad de la vida moderna y la evolución de la conexión humana en un mundo digitalizado. Her no se pregunta si una IA puede amar. Se pregunta qué es el amor en primer lugar y, al hacerlo, nos recuerda que cada conexión, por efímera que sea, nos hace más humanos de lo que nos encontró.
Viernes 28 de noviembre de 2025
Sin actos gratuitos, la vida no encontraría maneras de florecer en sus posibilidades.
Sábado 29 de noviembre de 2025
Escribió San Agustín que si le pidieran explicar qué es el tiempo no sabría qué responder, aunque sea el tiempo el medio en el que nuestra vida transcurre. Thomas Mann se refirió al tiempo como “ese misterio común” que todos habitamos. Es por eso que el tiempo no es sólo una medida, una categoría o una magnitud, sino también una idea o incluso un estado del alma. Quizá sea una construcción, porque ¿qué es la eternidad? ¿Qué son el presente o el pasado? Si describimos el tiempo como un estado del alma caemos en la cuenta de que el tiempo no solo lo medimos mediante relojes o calendarios, sino que también lo sentimos, lo gozamos o incluso lo tememos, más allá de su condición cronológica. El tiempo dice mucho de nosotros aunque no lo advertimos conscientemente: nos revela nuestras preferencias, nuestra relación con la finitud. Pensar sobre el tiempo es pensar sobre lo que somos.
Domingo 30 de noviembre de 2025
¿Te apetece compartir un despertar tuyo de esta semana?
Te leo.
Y hasta aquí por ahora…
Si te ha gustado dale al corazón, escribe un comentario y/o comparte.
Deambula libremente, escucha cuidadosamente y consume omnívoramente.



