Construyendo momentos - IV
Los cuidados paliativos, "Velad conmigo" de Cicely Saunders y "Sumisión" de Michel Houellebecq, una conversación (im)posible y "entrevista" en La Razón.
Seré una ventana en tu Hogar
Cuestiones en torno a los cuidados paliativos.
En La Gaceta de la Iberosfera me animo a hablar de los cuidados paliativos, de cómo se puede aliviar el sufrimiento pero no eliminarlo, de cómo hacemos frente a la experiencia de sufrimiento del ser humano, sobre todo cuando es refractaria, irreversible y pone de manifiesto la responsabilidad del sistema, de los profesionales y de la sociedad para dar una respuesta en su acompañamiento:
El envejecimiento de la población y el creciente número de personas con enfermedades crónicas, degenerativas y/o cáncer, representa un reto importante para la sociedad y para los servicios de salud. En medio de la complejidad y la incertidumbre que pueden surgir al enfrentarse a enfermedades graves o terminales es donde los cuidados paliativos emergen como un faro de compasión y apoyo. Estos cuidados, a menudo subestimados o incomprendidos, se erigen como un enfoque fundamental en la atención médica y comunitaria, cuyo propósito es mejorar la calidad de vida de las personas que atraviesan momentos de gran desafío.
Cicely Saunders fue consciente de las carencias en los cuidados hospitalarios que experimentaban los pacientes incurables antes de morir. Especialista en el manejo de síntomas de pacientes moribundos, inició el Movimiento “Hospice”, abriendo en 1967 el St Christopher’s Hospice en Londres: el primer centro para enfermos terminales y cuidados paliativos. Ella y el resto del equipo multidisciplinar se centraban, en primer lugar, en controlar el dolor para, posteriormente, acompañar a la persona hasta su muerte. Además, el centro fue pionero en lo académico, pues ofertaba formación en cuidados paliativos.
Sin embargo, 56 años después seguimos sin prestar atención a los cuidados paliativos.
Velad conmigo de Cicely Saunders
Recoge una selección de conferencias de Cicely Saunders en las que se fundamenta la filosofía de los cuidados paliativos.
Velad Conmigo (originalmente titulado "Watch with Me") de Cicely Saunders es una obra autobiográfica en la que comparte sus reflexiones, experiencias y perspectivas sobre el cuidado de pacientes en la etapa final de la vida y el desarrollo de los cuidados paliativos como disciplina médica y filosofía de atención. Cicely Saunders fue una destacada figura en el campo de los cuidados paliativos y fundadora del movimiento moderno de hospicios.
El libro consta de una serie de conferencias que giran en torno a:
Orígenes de los cuidados paliativos: Cicely Saunders describe cómo su interés en los cuidados paliativos surgió de sus experiencias trabajando con pacientes terminales. Compartió su visión de brindar un enfoque más compasivo y humano para el tratamiento de pacientes en la fase final de sus vidas, centrado en aliviar el sufrimiento y mejorar la calidad de vida.
Historia personal y profesional: relata su vida, desde su infancia hasta su formación como enfermera y posteriormente como médica. Destaca sus encuentros con personas moribundas y cómo estas experiencias influyeron en su misión de mejorar el cuidado de los pacientes terminales.
Enfoque holístico: enfatiza la importancia de abordar las necesidades físicas, emocionales, sociales y espirituales de los pacientes en cuidados paliativos. Abogando por un enfoque integral que se preocupe por el bienestar total de la persona, no solo por la enfermedad física.
Concepto de hospicio: introduce el concepto de hospicio y cómo trabajó en la creación del primer hospicio moderno, el St. Christopher's Hospice en Londres. El libro explora la evolución de esta institución y su influencia en el desarrollo de los cuidados paliativos en todo el mundo.
Historias de pacientes: comparte historias conmovedoras de pacientes a los que ha atendido a lo largo de su carrera. Estas historias ilustran la importancia de la empatía, la escucha activa y la compasión en la atención a personas en el final de sus vidas.
Legado y visión: reflexiona sobre el legado de su trabajo y su visión para el futuro de los cuidados paliativos. Aboga por una atención médica centrada en el paciente que reconozca la dignidad de cada individuo y busque aliviar el sufrimiento en lugar de prolongar la vida a toda costa.
El libro destaca la importancia de brindar atención compasiva y centrada en el paciente a aquellos que se enfrentan al final de la vida, y cómo esta filosofía ha transformado la atención médica en todo el mundo.
Sumisión de Michel Houellebecq
Novela (dis)tópica que aborda temas sociales y políticos.
Sumisión de Houellebecq gira en torno a la ascensión de un partido político musulmán en las elecciones presidenciales francesas y los cambios profundos que esto conlleva en la sociedad francesa.
La historia se narra desde la perspectiva de François, un profesor universitario de literatura en París, que experimenta los cambios políticos y culturales a medida que el partido musulmán toma el poder. La novela explora cómo esta transición política afecta a la vida cotidiana de François y cómo él, como un intelectual escéptico y apático, reacciona a los cambios en su entorno. Uno de los temas centrales es la relación entre la secularización occidental y el resurgimiento del islamismo político.
Houellebecq, con su prosa de estilo seco y directo, utiliza su característico tono desencantado para ilustrar la apatía y la indiferencia de François hacia los cambios en la sociedad, lo que sirve como un reflejo de la desilusión y la insatisfacción en la vida moderna. Una novela en la que plantea preguntas incisivas sobre la identidad cultural, la religión y la política, y cómo estos aspectos pueden influir en la vida de las personas en una sociedad cada vez más secular.
Conversaciones (im)posibles
Correspondencia con Sergio San Juan
La naturaleza perdurable de una carta se prestaba a un diálogo reflexivo y, de hecho, algunas de las conversaciones más valiosas de la historia fueron mediadas por el intercambio de cartas.
Conversaciones (im)posibles nace como la posibilidad de dialogar con las razones ajenas para enriquecer las propias. Cartas con las que cuestionar constructivamente los dogmas de las ideologías, el pensamiento hegemónico del momento, la corrección política, las distorsiones de la realidad y cualquier tema de interés, tanto para el individuo como para la sociedad en su conjunto.
Sergio San Juan (Aprendizaje Infinito) me lanzó el guante y acepté con gusto su propuesta de hablar en torno al tiempo. En esta ocasión le escribo una carta en la que le hablo de la atomización del tiempo: predomina lo efímero, lo fugaz, lo pasajero, lo que nada perdura. Parece que la vida carece de unidad de sentido, que es una carrera interminable sin rumbo, donde la muerte se produce siempre a destiempo. Aprieta el tiempo:
Mi estimado Sergio,
Que conste que no era una queja tu forma de plantearme el tema. Al contrario, no esperaba menos de ti. Una cuestión como el tiempo es, como dices, inabarcable y por algún punto teníamos que empezar. Ya veremos cómo seguimos y dónde acabamos… Curioso, todos los verbos —ser, empezar, seguir, acabar— nos conducen ya al tiempo.
Los cambios vitales son toda una muestra de cómo el tiempo se dobla, a veces, a nuestra merced y, otras, se impone casi con alevosía y sin contemplación. El trabajo nos roba tiempo, bajo la idea de devolvérnoslo los fines de semana y en las vacaciones y festivos. Quizá tú y yo somos afortunados por recuperar el tiempo que el trabajo nos consume: tú dejando el trabajo y yo siendo una persona que trabaja apenas unos meses al año. Aun así, aun siendo dueños de nuestro tiempo, corremos el riesgo de perderlo fácilmente por no estar supeditados a unos horarios de trabajo. Pues parece que se valora el tiempo cuando no lo tienes, ¿no te parece?
¿Es posible otro feminismo al que tratan de imponernos?
Cada vez existen más mujeres que reclaman que la reivindicación por sus derechos se haga sin intentar implantar en la sociedad dogmas ni preceptos
Rebeca Argudo volvió a contar conmigo para su columna y estuve rodeada de mujeres diversas hablando del feminismo:
¿Es esto el feminismo?¿Este institucional y hegemónico que, en palabras de Berta G. De Vega, columnista y promotora (entre otras) del manifiesto “No nacemos víctimas”, lo que hace es “imponer un canon de pensamiento único”? ¿Es el que nos merecemos? Cada vez son más las mujeres que se desvinculan de él, no se sienten representadas, y reivindican y defienden otro modo de ser feminista. Que son críticas con este dogma impuesto (e impostado) que se pretende arrogar la representación, unánime y sin discrepancias, de La Mujer, con mayúsculas, y en nuestro nombre, el de todas, implantar sus preceptos. Aunque algunas, demasiadas para ser mujeres libres y capaces, han declinado la invitación a dar su opinión en estas líneas por miedo a represalias (lo que da una medida de la legitimidad de la voz y los métodos de este feminismo), otras, ya no dudan en elevar la suya y reclamar el derecho a pensar por ellas mismas, sin tutelas ni imposiciones. Sin miedo. Rasgan, valientes, la corteza de esa espiral de silencio y se distancian de un movimiento que “nos quiere convencer de que todas las mujeres tenemos los mismos intereses y las mismas quejas”, como dice De Vega. “Que traslada una imagen de víctimas necesitadas de la tutela del estado, seres débiles a los que hay que guiar en pensar lo que está bien, lo que está mal y a lo que deben aspirar”.
Música que me ha acompañado mientras escribía
Y hasta aquí por ahora…
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