Me quedo con las últimas frases: «Pretender ser otra cosa distinta a lo que somos no es más que un engaño al servicio de egoísmos y vacíos personales. Mejor tomemos conciencia de esas trampas, de las que el mundo del consumismo compulsivo ya está poniendo al día en forma de productos varios.»
Quizá no es cuestión de narcisismo, sino de un individualismo exacerbado por la sociedad de consumo, que entiende al individuo como marca, en lugar de verlo como persona.
Me ha encantado este primer diario tuyo, Cuca. Brindo por los muchos que vendrán. Suerte.
Sí, puede que sea más un individualismo exacerbado. Aunque hay un germen de egoísmo también. Todo alimentado, como dices, por el (auto)consumismo en el que estamos inmersos.
Sobre tu reflexión sobre la sinceridad y la verdad, hay una frase muy bonita de Murakami: "Recuerda siempre que discutir y ganar es romper la realidad de la persona contra la que estás discutiendo. Es doloroso perder tu realidad, así que sé amable, incluso si tienes razón".
Suelo ir detrás de especímenes despreciadores ególatras con los que termino sufriendo. Repito el patrón mientras busco el motivo. Quizá es eso. Con personajes así siento que aprendo, crezco, pulo la piedra, que no me pasa con bonachones calmachicha, que les llamo yo. Me hiciste acordar a este otro sufridor empedernido. Te lo dejo. ¡Escribís muy bello! https://www.lainsignia.org/2002/enero/cul_022.htm
Quizá repites patrón porque comenzar un nuevo patrón entraña, de primeras, salirse de la zona de "confort" a la que te has habituado 😉.
Es demoledor el texto que me compartiste.
Cuando dice al final que «hágase una base de sinceridad, y sobre esa cuerda floja o tensa, cruce el abismo de la vida, con su verdad en la mano, y va a triunfar. No hay nadie, absolutamente nadie, que pueda hacerlo caer. Y hasta los que hoy le tiran piedras, se acercarán mañana a usted para sonreírle tímidamente. Créalo, amigo: un hombre sincero es tan fuerte que sólo él puede reírse y apiadarse de todo» me parece contraproducente, porque en definitiva siempre necesitamos del otro —somos animales—. Aun así, tiene perlas el texto.
“Uno de los síntomas del narcisismo moderno es la pretensión de que podemos ser lo que queramos y como queramos, generando personajes a nuestro antojo, que se adapten a nuestras necesidades egoicas”.
Me he quedado pensando en esto Cuca. Meditando si mi seudónimo podía entenderse de esa manera. Después he comprendido que lo que quieres decir es otra cosa. Entonces se me ha ocurrido que esas personas que se creen ser un personaje estén vacías o perdidas. Que no saben cómo armar su propia vida.
Claro, para mí hay una radical diferencia entre un alter ego (el seudónimo y perfil que te creas para cuidar tu anonimato vital —respetable, por supuesto—) y la creación de personajes vacíos y desconectados de uno mismo.
Como dices, esos personajes suelen estar perdidos y no saben cómo amarse.
Me quedo con las últimas frases: «Pretender ser otra cosa distinta a lo que somos no es más que un engaño al servicio de egoísmos y vacíos personales. Mejor tomemos conciencia de esas trampas, de las que el mundo del consumismo compulsivo ya está poniendo al día en forma de productos varios.»
Quizá no es cuestión de narcisismo, sino de un individualismo exacerbado por la sociedad de consumo, que entiende al individuo como marca, en lugar de verlo como persona.
Me ha encantado este primer diario tuyo, Cuca. Brindo por los muchos que vendrán. Suerte.
Gracias, Emi.
Sí, puede que sea más un individualismo exacerbado. Aunque hay un germen de egoísmo también. Todo alimentado, como dices, por el (auto)consumismo en el que estamos inmersos.
He llegado aquí por casualidad. Me han encantado tus cavilaciones.
Muchas gracias, Grace, y bienvenida.
Sobre tu reflexión sobre la sinceridad y la verdad, hay una frase muy bonita de Murakami: "Recuerda siempre que discutir y ganar es romper la realidad de la persona contra la que estás discutiendo. Es doloroso perder tu realidad, así que sé amable, incluso si tienes razón".
No conocía esa frase de Murakami, muchas gracias Daniel 😊.
Suelo ir detrás de especímenes despreciadores ególatras con los que termino sufriendo. Repito el patrón mientras busco el motivo. Quizá es eso. Con personajes así siento que aprendo, crezco, pulo la piedra, que no me pasa con bonachones calmachicha, que les llamo yo. Me hiciste acordar a este otro sufridor empedernido. Te lo dejo. ¡Escribís muy bello! https://www.lainsignia.org/2002/enero/cul_022.htm
Quizá repites patrón porque comenzar un nuevo patrón entraña, de primeras, salirse de la zona de "confort" a la que te has habituado 😉.
Es demoledor el texto que me compartiste.
Cuando dice al final que «hágase una base de sinceridad, y sobre esa cuerda floja o tensa, cruce el abismo de la vida, con su verdad en la mano, y va a triunfar. No hay nadie, absolutamente nadie, que pueda hacerlo caer. Y hasta los que hoy le tiran piedras, se acercarán mañana a usted para sonreírle tímidamente. Créalo, amigo: un hombre sincero es tan fuerte que sólo él puede reírse y apiadarse de todo» me parece contraproducente, porque en definitiva siempre necesitamos del otro —somos animales—. Aun así, tiene perlas el texto.
Mil gracias siempre, Marina 💚.
“Uno de los síntomas del narcisismo moderno es la pretensión de que podemos ser lo que queramos y como queramos, generando personajes a nuestro antojo, que se adapten a nuestras necesidades egoicas”.
Me he quedado pensando en esto Cuca. Meditando si mi seudónimo podía entenderse de esa manera. Después he comprendido que lo que quieres decir es otra cosa. Entonces se me ha ocurrido que esas personas que se creen ser un personaje estén vacías o perdidas. Que no saben cómo armar su propia vida.
Un abrazo.
Claro, para mí hay una radical diferencia entre un alter ego (el seudónimo y perfil que te creas para cuidar tu anonimato vital —respetable, por supuesto—) y la creación de personajes vacíos y desconectados de uno mismo.
Como dices, esos personajes suelen estar perdidos y no saben cómo amarse.
Un abrazo y buen domingo.