Cambiarían tanto nuestras relaciones si la mayoría hiciera ese ejercicio de soledad. La gente nos fallamos a nosotros mismos constantemente porque nuestras lealtades no se sostienen en nada. Solo puede trabajarse en silencios y soledades que no apetecen traspasar. Gracias x compartir🙏📗
Está en nuestra mano mostrar, enseñar, compartir, lo esencial de no fallarse a uno mismo y, sobre todo, lo vital que es hacer un ejercicio de soledad para ello.
Qué bien. Muchas tela que cortar. Lo del "entre", me ha encantado. Muchas veces se da mucha importancia a lo interior, pero cuidar lo que se comparte es mucho. Gracias.
Me ha encantado tu despertar del martes 17. Como persona algo introvertida, creo firmemente en esa necesidad de la soledad para trabajar sobre uno mismo, sobre el conocimiento, sobre el aprendizaje. Por muy sociales que seamos, sin ese trabajo solitario e íntimo —como apuntas— no creo que tengamos nada que ofrecer a los demás.
Así es, para poder ofrecernos y compartirnos primero necesitamos madurar dentro de nosotros las ideas y eso se consigue con una pizca de soledad, muy necesaria.
Cambiarían tanto nuestras relaciones si la mayoría hiciera ese ejercicio de soledad. La gente nos fallamos a nosotros mismos constantemente porque nuestras lealtades no se sostienen en nada. Solo puede trabajarse en silencios y soledades que no apetecen traspasar. Gracias x compartir🙏📗
Está en nuestra mano mostrar, enseñar, compartir, lo esencial de no fallarse a uno mismo y, sobre todo, lo vital que es hacer un ejercicio de soledad para ello.
Gracias por estar, María.
Qué bien. Muchas tela que cortar. Lo del "entre", me ha encantado. Muchas veces se da mucha importancia a lo interior, pero cuidar lo que se comparte es mucho. Gracias.
Gracias, Juan Antonio, y así es hay mucho en el "entre" que se descuida o no se valora y es sustancial a cualquier relación.
Me ha encantado tu despertar del martes 17. Como persona algo introvertida, creo firmemente en esa necesidad de la soledad para trabajar sobre uno mismo, sobre el conocimiento, sobre el aprendizaje. Por muy sociales que seamos, sin ese trabajo solitario e íntimo —como apuntas— no creo que tengamos nada que ofrecer a los demás.
Qué importante recordar esto.
Así es, para poder ofrecernos y compartirnos primero necesitamos madurar dentro de nosotros las ideas y eso se consigue con una pizca de soledad, muy necesaria.
Gracias, Emi.